lunes, 5 de septiembre de 2011

Paseo por Cevico Navero

No hay mejor remedio para el cansancio acumulado por las Fiestas de San Antolín que ir a plena naturaleza, respirar aire puro, caminar sintiendo el viento fresco, oír de fondo la sinfonía de los pájaros y comerse un bocadillo de calamares en salsa americana y una ensalada y no haber esperado como sardina en lata la cola de las casetas de la feria de día.
La fiesta ya terminó, para dentro de un año más, todo tiene su tiempo.
No muy temprano salí a Cevico Navero, para realizar una senda que en abril no pudimos llevar a termino por la lluvia. Ese 30 de abril acompañado de un amigo tubo otras cosas buenas, como el conocer gente nueva y amable.
Pues bien, esta vez sólo, me disponía a realizar la senda por el Valle de Valdefranco. Este valle tiene un retazo de monte mediterráneo mixto, es decir, tiene junto a la Encina (Carrasca) y el Quejigo (Roble) buenos ejemplares de Sabina albar (Enebro) entremezclados. Entre paréntesis el nombre de cómo se conocen los árboles en la zona.
Parte de la senda que hice, se solapa con la diseñada por el ADRI Cerrato Palentino, pero he de resaltar que falta señalización que aclare los caminos correctos a seguir en cada bifurcación y cruce de caminos. ¿Dónde está la típica señal de dos colores, blanco obligado debajo, en dos bandas paralelas para el camino correcto y la equis “X” de camino erróneo?
Pero bueno, ningún perdido se pierde, y con retroceder retomas la senda a seguir y sacas alguna cosa positiva, como p.e. una vista panorámica o un detalle de la agalla de un Enebro.
El cielo cubierto de las 11:00, se despeja a las 12:00 y se vuelve a cubrir a las 14:00, y se despeja a las 16:00. Nunca cubierto del todo, nunca despejado por completo… Parece un día típico de septiembre, de finales de verano y anuncio del otoño. Que venga con lluvias. ¿Por qué? Porque este año las Carrascas, los Robles y los Enebros están cargados de fruto, y que mejor para que germinan que un otoño de lluvia y un invierno como naturaleza manda.
Decir que no seguí la senda del ADRI, ya que mi idea era otra. El primer camino que subiera a la izquierda, recorriendo el camino del fondo del valle, ese sería el que habría de tomar. No llevaba mapa, ni GPS ni brújula. Era como un reto personal para entrenar la orientación. Pero que ningún perdido se pierde. El sol a la espalda, Cevico Navero también. Y con no salirse de los caminos no tiene uno por qué despistarse.
Es recomendable siempre un mapa, sirviendo este para marcar los lugares por donde pasas y anotar con una equis el punto de observación del ave, insecto, corzo, rastro, planta… que sea interesante tener en cuenta para un futuro regreso en otra fecha.
Inicio de la senda
Un toque de atención, pues esto es lo que no me gusta observar


La vista panorámica desde el camino que tomé por mal señalización.

Detalle de la agalla en un Enebro.

Y por lo demás, os dejo con las demás imágenes.
Los árboles del Monte mediterráneo:


Las hojas de encina cuando crecen a cierta altura donde no llevan los herbívoros a ramonear, crecen sin espinas. Espinas en latín es ilex.
 Y los brotes nuevos y tiernos de las zonas más accesibles se protegen con espinas. Que adadtación más curiosa.

El Siguiente el es Quejigo, Roble o Roble enciniego. Este es de hoja caduca y su bellota es amarga.
El otro representante, el Enebro, o Sabina albar. En la primera foto es un ejemplar joven. Se protege con las hojas en forma de agujas, por los que es difícil saber si es una especie u otra de los Juniperus.
 Los Juniperus tienen pies macho y pies hembra. Las flores masculinas están en un ejemplar macho y las flores femeninas están en los pies hembra. El viento es el agente polinizante y los frutos maduros y carnosos, gálbulas, son alimento para los zorzales y otras aves en invierno. El pago por el alimento es el transporte de la semilla con dispersión en fertilizante incorporado.
El día estaba muy cambiante y estas fotos lo reflejan:








La mala señalización. Que también puede ser que halla pasado la tribu celta de los vándalos.



Camino donde me despisté
Los frutos del campo están a punto de madurar
Este escaramujo, tapaculos, se puede consumir crudo eliminando los pelillos y las semillas del interior, o en mermelada. Se llama tapaculos, por su contenido en Vitamina C y su propiedad astringente.
Esto no es un fruto, es una agalla de los rosales. Una avispilla pone un huevo en el interior de la yema del rosal y la planta crece de forma anómala. La larva de avispilla se alimenta del nuevo "tumor" y está protegida. Por cierto cada avispilla o insecto de agallas crea un diseño único.

El saúco a de consumirse en mermeladas, jarabes o en vino. En crudo es ligeramente tóxico. Para la recolección el consejo es adelantarse a los pájaros que deboran con apetito este frutillo con vitamina C


Las plantas que aún mantienen flores












Y las planta que tratan de dispersar sus semillas por transporte animal. Por cierto el Belcro se copió a la naturaleza.




Y también te encuentra con las mariposas típicas de Monte mediterráneo y otras más extendidas








Y un rastro de zorro, un excremento puede ser lugar de reunión de mariposas para alimentarse de las sales minerales defecadas por otros.







Y si conoces el alimento, puedes encontrar la oruga de la mariposa



Por el sonido de su carrera al huir de mi presencia, pude detectar dos reptiles



Y mientras comía pude ver un grupo de seis Águilas calzadas. No se cuantos adultos y jóvenes pues los prismáticos estaban a desmano y yo estaba con el bocata.
Y no todo es mirar al cielo. Con mirar al suelo también hay sorpresas. Un ejemplar muerto de Escarabajo Ciervo volante menor y un hongo hipógeo (crece bajo tierra)

Y terminamos con las vistas de la restauración del Monasterio de San Pelayo.
De un antiguo monasterio, que hasta hace poco era un aprisco de churras, se está restaurando para sede de una Fundación.
Antes de regresar a casa, nos tomamos un café y carlamos agradablemente con los nuevos conocidos. Que por cierto, les doy las gracias y hasta la próxima vez que nos veamos.
Espero que os haya picado el gusanillo y os deis una vuelta por Cevico Navero. Y pasar antes por Baltanas y su Museo del Cerrato para que os informen de la ruta correcta.
Hasta la próxima.
Otra entrada de Cevico Navero:
http://miradadenaturalista.blogspot.com/2011/04/el-ultimo-dia-de-abril.html