domingo, 19 de diciembre de 2010

Huellas de Oso en la montaña palentina

[...]-Ven mira, parecen que han subido con zuecos por el camino-dijimos casi al unísono mi compañero y yo al ver una huella un poco extraña.
-Mira, mira, mira que uñacas marca esta huella. No son zuecos, son huellas de oso de esta misma noche- comentaba al instante mi compañero cuando se adelantó en la senda.
Y esto fue lo que nos sorprendió ver en la media hora que estábamos andando por la pista.
Era considerable, pero no tengo medidas del rastro. Desde entonces llevo un metro para tomar notas detalladas.
Que disfruten de la entrada.
Rastro general que nos acompaño en poco más de 500m de recorrido:
De primero, y como es lógico, no revelaré el lugar exacto donde están tomadas las fotos.
La sensación que da ver una firma de este emblemático animal es mejor que recibir un autógrafo de tu ídolo. (o por lo menos así lo pienso yo)

Dejo estas fotos tomadas el 20 del 4 del 2010.

También decir que no estábamos dentro de ninguna zona osera y que la Casa del Parque conocía perfectamente nuestro recorrido y teníamos permiso para transitar por el paraje.

En esta foto se ve la mano derecha, y con referencia de una batería AA.

En esta otra el pie derecho

Y en esta el oso parece que no ha querido pisar el charco y posa el pie izquierdo sobre la mano para salvar el pequeño charco.
Y esta para una portada de libro de huellas, rastros y señales que con el tiempo todo naturalista piensa hacer:
Al regreso, una cabaña de ganado caballar pastoreado por dos "Cuards" nos borraron las huellas y no se salvó ni una para tomar moldes.

Pero la mera presencia de huellas no nos puede hacer creer que haya osos suficientes, pero que haberlos y dejarlos donde tienen que estar, es lo que pienso que es la mejor manera de conserva este coloso de nuestra fauna.

Conejos en la Universidad


Cuando la veda de caza está abierta, la ley dice que no se puede cazar en los días de nieve.

Es razón más que suficiente el que los animales que antes pasaban inadvertidos, el manto blanco delata su presencia, ya que como en un folio los animales dejan su escritura en forma de rastros y señales que son leídas hasta por el más profano de los mortales.
El invierno pasado, con una de las nevadas que cayó, vi estas huellas de conejo en la facultad de la ETSIIAA de Palencia.
Podías seguirlas y ver todas sus correrías y sus marcas territoriales en los cagarruteros.
9 años estando por el campus, y me doy cuenta a última hora de otros inquilinos que ni pertenecen al alumnado ni a la plantilla de profesores o personal en general.
Cagarrutero de conejo:
Disposición típica de las huellas: